Informó Prefectura
La ballena jorobada que
había sido devuelta al océano tras quedar varada en las playas de la localidad
bonaerense de Mar del Tuyú fue hallada esta mañana muerta, según informaron
fuentes de la Fundación Mundo Marino.
"Es evidente que había salido al mar para morir", expresó el biólogo Sergio Rodríguez Heredia, al confirmar la triste noticia.
El experto aseguró que durante las tareas de rescate, las cuales habían dado fruto el sábado, ya se había notado que "sufría una patología", ya que "la respuesta por medio de sus aletas para luchar para volver al mar era muy débil".
Fuentes de Prefectura Naval indicaron que el cuerpo de la ballena fue localizado en la costa, a la altura de la calle 63, de Mar del Tuyú, por vecinos que avisaron a la Fundación Mundo Marino y a su vez a Prefectura Naval.
Una de las posibilidades que se manejaban es que el animal no soportó mucho tiempo el daño por aplastamiento en sus órganos que sufrió en las más de 30 horas que estuvo varada en una canaleta de esa playa del Partido de la Costa.
Rodríguez Heredia, a pesar de la triste noticia, rescató "el esfuerzo" de los expertos de la ONG, de Defensa Civil del Municipio de la Costa, de efectivos de Prefectura y de los vecinos de Mar del Tuyú para intentar salvar al majestuoso animal al devolverlo a su hábitat natural.
El animal, de más de 12 metros de longitud y ocho toneladas de peso, había encallado el viernes pasado a las 10 de la mañana.
La ballena permaneció encallada en la costa a la altura de la calle 84 en una zona con una profundidad que fue variando entre el medio metro y el metro.
Decenas de personas trabajaron, pese al intenso frío para tratar de rescatarla: se fueron alternando en el agua entre efectivos de Prefectura, miembros de la Fundación Mundo Marino y guardavidas.
La ballena jorobada es un cetáceo de la familia de los rorcuales, que en la adultez pueden alcanzar una longitud de 16 metros y un peso estimado de 30 toneladas.
En esta época del año, esas ballenas salen de aguas antárticas después de alimentarse y suben a aguas cálidas, a la altura de la línea del Ecuador, con el objetivo de aparearse, por lo tanto, este tipo de varamientos son más frecuentes durante esta temporada.
A fines de junio, había tenido mucha repercusión mediática el caso de Amancay, una ballena franca austral que estuvo ocho días varada en Caleta de Los Loros, en la provincia de Río Negro, hasta que finalmente murió a pesar del esfuerzo de los vecinos.
"Es evidente que había salido al mar para morir", expresó el biólogo Sergio Rodríguez Heredia, al confirmar la triste noticia.
El experto aseguró que durante las tareas de rescate, las cuales habían dado fruto el sábado, ya se había notado que "sufría una patología", ya que "la respuesta por medio de sus aletas para luchar para volver al mar era muy débil".
Fuentes de Prefectura Naval indicaron que el cuerpo de la ballena fue localizado en la costa, a la altura de la calle 63, de Mar del Tuyú, por vecinos que avisaron a la Fundación Mundo Marino y a su vez a Prefectura Naval.
Una de las posibilidades que se manejaban es que el animal no soportó mucho tiempo el daño por aplastamiento en sus órganos que sufrió en las más de 30 horas que estuvo varada en una canaleta de esa playa del Partido de la Costa.
Rodríguez Heredia, a pesar de la triste noticia, rescató "el esfuerzo" de los expertos de la ONG, de Defensa Civil del Municipio de la Costa, de efectivos de Prefectura y de los vecinos de Mar del Tuyú para intentar salvar al majestuoso animal al devolverlo a su hábitat natural.
El animal, de más de 12 metros de longitud y ocho toneladas de peso, había encallado el viernes pasado a las 10 de la mañana.
La ballena permaneció encallada en la costa a la altura de la calle 84 en una zona con una profundidad que fue variando entre el medio metro y el metro.
Decenas de personas trabajaron, pese al intenso frío para tratar de rescatarla: se fueron alternando en el agua entre efectivos de Prefectura, miembros de la Fundación Mundo Marino y guardavidas.
La ballena jorobada es un cetáceo de la familia de los rorcuales, que en la adultez pueden alcanzar una longitud de 16 metros y un peso estimado de 30 toneladas.
En esta época del año, esas ballenas salen de aguas antárticas después de alimentarse y suben a aguas cálidas, a la altura de la línea del Ecuador, con el objetivo de aparearse, por lo tanto, este tipo de varamientos son más frecuentes durante esta temporada.
A fines de junio, había tenido mucha repercusión mediática el caso de Amancay, una ballena franca austral que estuvo ocho días varada en Caleta de Los Loros, en la provincia de Río Negro, hasta que finalmente murió a pesar del esfuerzo de los vecinos.
Fuente: www.ambito.com
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